Cómo elegir el mejor colegio para mi hijo
Como líderes de familia constantemente nos preguntamos ¿cómo elegir el mejor colegio para mi hijo?. Con este blog, te ayudaremos a responder esta pregunta.
Tu hijo pasará aproximadamente 16,000 horas en un colegio a lo largo de su vida, desde que ingresa a preescolar hasta culminar su preparatoria. Debido a ello, es que se hace primordial que como líderes de familia tengamos elementos que nos ayuden a responder una pregunta que nos da vueltas en la cabeza: ¿cómo elegir el mejor colegio para mi hijo?
Para los padres primerizos, algunos factores lógicos a la hora de buscar la primera escuela para su hijo podrían ser: la ubicación del colegio, las recomendaciones de boca en boca, los servicios que ofrece, y las instalaciones. Sin embargo, hay otros factores que trascienden en la calidad educativa.
Según los autores del libro The Picky Parent, un libro que ayuda a los líderes de familia a elegir el mejor colegio, existen Cuatro Factores de Calidad presentes entre las mejores escuelas.
Estos son los cuatro factores esenciales para la enseñanza y el aprendizaje:
Una filosofía educativa clara que guíe las actividades escolares.
Altas expectativas para todos los estudiantes.
El seguimiento del progreso y el ajuste de la enseñanza.
El enfoque en técnicas de aprendizaje eficaces.
Factor #1: Una filosofía educativa clara que guíe las actividades escolares
Como director escolar, frecuentemente me impresiono por la cantidad de escuelas privadas que existen que no tienen una filosofía educativa clara, o bien, no la tienen.
Es crucial que cada escuela tenga un propósito y un enfoque del tipo de formación educativa que impartirá a todos sus estudiantes. Este propósito debe ser conocido por el director, los profesores y los líderes de familia. Los padres deben comprender con claridad esta misión, ya que es es la que guiará la toma de decisiones globales de la institución educativa: desde la selección de los programas académicos, y las políticas generales de la escuela como el uso de uniforme, horarios escolares y criterios de evaluación.
Estas decisiones son trascendentales ya que los recursos materiales y el tiempo de clase (dentro de las aulas y fuera de ellas), son altamente valiosos, y en consecuencia, son invertidos en recursos, programas, capacitaciones que contribuyan a la misión de la escuela, y no solo en revestimientos o instalaciones que hagan “lucir bonita” una escuela.
¿Por qué debe ser clara esta filosofía?
El factor de calidad #1 evoca que "si no sabes a dónde vas, probablemente no llegarás al destino".
Como responsables de la formación académica de los estudiantes, las escuelas debemos tener claridad en nuestro propósito y objetivos de aprendizaje para nuestros estudiantes.
Eso incluye a la dirección de la escuela, a los profesores, al resto del personal y a ustedes como padres. Si los padres, que son las personas directamente responsables de que un niño aprenda carecen de información sobre lo que su hijo debe aprender y por qué, es mucho más difícil que se obtengan esos resultados en conjunto con el esfuerzo de los profesores.
Pero si todos están alineados al mismo objetivo y refuerzan en casa lo adquirido en el colegio, los niños aprenderán mucho más sobre las destrezas, los conocimientos y las habilidades que se proponen en el colegio.
En Keystone Institute logramos esta comunicación clara desde que un padre asiste a su cita de informes sobre nuestro colegio. Es aquí donde escuchamos las necesidades educativas que enfrentan y les proveemos de soluciones para resolver esos retos educativos.
Factor #2: Altas expectativas para todos los estudiantes
Sabemos por la investigación que las expectativas que tenemos los profesores de nuestros estudiantes suelen ser las expectativas que el estudiante tiene de sí mismo.
En este sentido, es importante que los “objetivos de aprendizaje” mínimos sean elevados. Es decir, que propongan más allá de lo que establece el programa nacional a través de la Secretaría de Educación Pública.
Los objetivos de aprendizaje suelen incluir habilidades, destrezas y conocimientos específicos que un niño debe tener en materias básicas, así como también habilidades de pensamiento que preparan a todos los niños para la vida adulta independiente en nuestra sociedad.
Cuando hablamos de los mínimos estándares es porque nos referimos a que todos los estudiantes que no tengan una barrera para el aprendizaje deberían estar adquiriéndolos.
Ahora bien, los estudiantes que presentan capacidades cognitivas más avanzadas, deben también ser proveídos de mayores retos dentro de los objetivos de aprendizaje para que sean desafiados, académicamente, de acuerdo a sus capacidades.
Factor #3: Seguimiento del progreso y ajuste de la enseñanza
En las escuelas tradicionales, el “progreso” de cada niño se determina por medio de exámenes mensuales y trimestrales, que básicamente solo evalúan la capacidad de memorizar datos. Por eso, mucho del problema de raíz de la educación tradicional radica en sus formas de “evaluar” y la ponderación que se le asigna a los conceptos.
En un colegio ideal se supervisa con frecuencia durante todo el escolar, a menudo semanalmente. La tecnología es un gran aliado para poder realizar este tipo de evaluaciones y brindar datos críticos a los profesores que les permiten cambiar sus enfoques de enseñanza según sea necesario -adaptándose a los intereses individuales de los estudiantes, a sus capacidades no académicas, a sus estilos de aprendizaje y a otras diferencias- para garantizar que los estudiantes alcancen los estándares de aprendizaje y, en su caso, otros objetivos más avanzados. Cuando un niño se retrasa, la escuela toma medidas inmediatas, sin aceptar excusas de fracaso. (En ocasiones las medidas requieren la participación activa de los padres, dirigidos por los profesores).
Las tres "F" que mantienen a su hijo en avante
Se podría pensar que basta con los exámenes de final de curso (y, de hecho, muchos colegios mediocres se basan en ellos), pero el seguimiento necesario para el factor de calidad #3 no tiene por qué ser formal. Basta con que sea frecuente, se focalice en su hijo y esté orientado al futuro:
Lo suficientemente frecuente como para que su hijo no decaiga durante mucho tiempo, sin lograr los objetivos, antes de que el profesor intente otro enfoque para hacer que el estudiante se apropie del conocimiento y lo suficientemente frecuente como para que su hijo pase a un material más desafiante cuando esté preparado.
Se focalice en el nivel actual de aprendizaje de su hijo y en sus características individuales de aprendizaje:
✔ Se centra en el nivel de aprendizaje actual de su hijo para que los profesores puedan saber hasta qué punto el niño domina el material que está cursando en ese momento, y
✔ Se centra en comprender las características de su hijo -intereses, estilos de aprendizaje, desarrollo social y emocional, y otras necesidades y preferencias- para ayudar a los profesores a garantizar que su hijo aprenda.
Con visión de futuro, porque el seguimiento no sirve de nada si no se utiliza para hacer cambios, ya sea para empujar a un niño al siguiente nivel de aprendizaje o para probar un nuevo enfoque para dominar los contenidos académicos actuales.
Los cambios deben producirse con la frecuencia necesaria debido al seguimiento en respuesta a los niños que tienen dificultades con el nuevo material y a los que lo logran antes de lo esperado. La prueba de fuego para el factor de calidad #3 es la siguiente: la escuela siempre estará al tanto de lo que su hijo sabe en las asignaturas básicas y se asegurará de que su hijo aprenda lo necesario o lo extraordinario. ¡Todos somos diferentes!
Factor #4: Centrarse en tareas de aprendizaje eficaces
Los profesores utilizan enfoques de enseñanza bien planificados y probados. El tiempo de clase, la compra de material y las instalaciones se asignan de acuerdo con la misión de la escuela; las asignaturas más esenciales reciben más tiempo y mejores materiales e instalaciones. Las interrupciones en el aula son mínimas. Los materiales y los planes de estudio se revisan y modifican con frecuencia para garantizar que funcionen según lo previsto.
Centrarse y enfocarse en lo que funciona Si el factor de calidad #4 de una Gran Escuela parece un cajón de sastre para la buena instrucción en el aula, lo es. El funcionamiento central de una escuela tiene lugar en el aula, y es aquí donde su hijo experimentará el beneficio directo de asistir a una Gran Escuela. Muchas escuelas han confiado sólo en la búsqueda de grandes profesores o en la adopción de materiales didácticos sólidos, pero de talla única, serán fuertes en este factor, aunque sean débiles en otros que requieren más apoyo continuo de toda la escuela. Este factor por sí solo no es suficiente para hacer que una escuela sea excelente, pero es esencial para que su hijo experimente un aprendizaje sólido en el aula. La prueba de fuego para el factor de calidad de una gran escuela #4 es la siguiente: el director y los profesores pueden decirle cómo saben que están haciendo lo que funciona mejor en el aula y hacen cambios frecuentes para mejorar. Afortunadamente, hay signos sencillos de que una escuela se centra en las tareas prácticas de aprendizaje:
Seutilizan enfoques bien planificados y probados.
El tiempo de clase, las compras de material y las instalaciones se asignan según el plan.
Las interrupciones en el aula son mínimas.
Se utilizan enfoques bien planificados y probados. Si una escuela lo hace, los profesores deberían poder decirle qué método y materiales utilizan en las áreas académicas básicas y por qué se han elegido. Escuche con su sentido común. Debería oír que se evalúa constantemente, que se vuelve a trabajar y que se prueban de nuevo los métodos y materiales de enseñanza. Suponga que oye que los profesores investigan para encontrar los mejores métodos y herramientas de enseñanza actuales, que discuten sus planes y materiales entre ellos en reuniones periódicas, que desechan los enfoques que no funcionan con la mayoría de los niños y que adaptan los métodos probados para que se ajusten mejor a los estudiantes del centro y a otras actividades similares. En ese caso, la escuela lo está haciendo bien.
El tiempo de clase, la compra de material y las instalaciones se asignan de acuerdo con el plan. Cuando visites una escuela, debes encontrar congruencia en lo que ves con lo que has oído y leído sobre esa escuela. Las asignaturas y actividades esenciales para la misión de la escuela deben ser muy visibles en el centro, a través de instalaciones y materiales de primera calidad y una gran dosis de tiempo de clase.
Las interrupciones en el aula son mínimas. Basta con preguntar y observar. En primer lugar, la escuela debe tener una política clara para limitar las interrupciones en el aula. Por ejemplo, los anuncios para toda la escuela deberían hacerse durante el momento más temprano del día, antes de que comience el trabajo escolar concentrado. Los niños que salgan de clase para ir al médico u otras citas deben hacerlo al principio de las sesiones académicas, no en medio. Hay que animar a los estudiantes a ir al baño antes y después del trabajo escolar (aunque los niños más pequeños necesitarán, sin duda, más libertad en este sentido para evitar accidentes en la escuela). En segundo lugar, se debe observar un comportamiento en las aulas que refleje la política escolar. Los profesores y los estudiantes deben estar concentrados en el trabajo de clase. Los bloques de tiempo académico no deben ser interrumpidos por distracciones: visitas de los administradores de la oficina, anuncios por megafonía, descansos para ir al baño, niños que salen o vuelven a entrar en la clase por razones no relacionadas con su trabajo, etc.
Conclusiones
Insistimos en la importancia de una filosofía educativa porque ese debe ser el eje central de una institución.
Las mejores escuelas están evaluando constantemente todas sus decisiones para alcanzar los objetivos que se plantean para el éxito de sus estudiantes. Comunican sus conclusiones a toda la comunidad escolar, y explican cómo las decisiones ayudarán a cumplir su misión.
Una escuela debe vivir y respirar su filosofía para que esa misión tenga un impacto formativo en su hijo. Es muy común encontrar que la gran mayoría de las escuelas prometen “Excelencia académica”, pero no se ve en los resultados de todos los estudiantes.
Observa atentamente lo siguiente cuando estés eligiendo:
Si lees y oyes que una escuela aborda los distintos estilos de aprendizaje de los niños, pero la mayor parte de la enseñanza en una escuela se realiza con el profesor de pie y hablando al frente de la clase, algo va mal.
Si una escuela dice que ningún niño tendrá rezago académico según los objetivos de aprendizaje, pero no supervisa su progreso o adapta rápidamente el enfoque de enseñanza para los estudiantes con dificultades, algo está mal.
Si una escuela dice que desafía a todos los niños, pero no supervisa el progreso de los estudiantes y aumenta la dificultad para los estudiantes más avanzados, algo está mal.
Si una escuela dice que sus valores fundamentales incluyen la exposición de los niños a una diversidad de personas y perspectivas, pero los estudiantes y los profesores son predominantemente bastante similares, algo va mal.
• Si la misión de una escuela es que los estudiantes tengan un “desarrollo integral”, pero todo el tiempo de clase se dedica al trabajo académico individual, algo va mal.
Estos puntos anteriores son muy importantes, puesto que es el pan de cada día de los profesores y los estudiantes. Generalmente, los colegios se ofertan con programas académicos y nombres de materias que pueden impresionar a los padres.
Lo más importante es que puedas averiguar en tu cita de informes cómo maneja la escuela cada uno de esos puntos, ya que si no lo hace, lo averiguará tarde y generalmente son los factores que terminan de decepcionar y frustrar a los padres, puesto que su hijo no tendrá la experiencia escolar que esperaba.
En el colegio ideal, el director, los profesores y los padres pueden informarle de la misión, del grado de cumplimiento de la escuela y de los cambios que se están llevando a cabo para cumplir mejor su propósito.
En el colegio ideal, obtendrás precisamente lo que esperabas, si haces tu tarea de investigación. Y cuando no obtengas lo que esperabas, sabrás que tus comentarios y opiniones son bienvenidos por la dirección, coordinaciones y profesores de la escuela, siempre dispuesta a una mejora continua.